El Adviento es tiempo para hacer memoria de la cercanía de Dios, que ha descendido hasta nosotros. Es un mensaje de cercanía, en que reconocemos que está cerca y que queremos que se acerque aún más. Él quiere acercarse a nosotros, pero no se impone. Nos corresponde a nosotros decir sin cesar; ¡Ven!
El Adviento nos recuerda que Jesús vino y volverá al final de los tiempos. Invitémosle a que venga a nuestra vida repitiendo esta breve oración que sale del corazón, ¡Ven, Señor Jesús! Ap 22,20 a lo largo del día. Porque el sentido del Adviento es avivar en nosotros la espera del Señor.
Este año 2021, comenzará el domingo 28 de noviembre y el último domingo será el 19 de diciembre. Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.
Podemos en nuestra casa colocar la Corona de Adviento. La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos:
Se puede hablar de dos partes del Adviento:
Primera Parte
Desde el primer domingo al día 28 de noviembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;
Segunda Parte
Desde el 19 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada «Semana Santa» de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.
Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesia nos ofrece para preparar la venida del Señor Jesús.