El lunes 21 de abril de 2025 a las 7:35am el Santo Padre Francisco entregaba definitivamente su vida al Señor, que le llamaba providencialmente a compartir en su presencia la alegría de la Pascua en el día de la Resurrección.
Las palabras del Papa Francisco al asomarse este Domingo de Pascua, “Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz Pascua!” para la bendición «Urbi et Orbi» , fue su último gesto lleno de esperanza , fe y testimonio de su fortaleza y dedicación pastoral. A pesar de las adversidades físicas que ha enfrentado en las últimas semanas, nada nos hizo sospechar que serían sus últimas palabras y presencia en público. Otro momento especialmente conmovedor ocurrió al final, cuando Francisco se subió al papamóvil y recorrió la Plaza de San Pedro, saludando a los numerosos peregrinos presentes, felices de verle.
En el mensaje pascual, leído por Monseñor Diego Ravellique enfatizó : «desde el sepulcro vacío de Jerusalén llega hasta nosotros el sorprendente anuncio: Jesús, el Crucificado, «no está aquí, ha resucitado» (Lc 24,6). No está en la tumba, ¡es el viviente!». Asimismo, resaltó que «el amor venció al odio. La luz venció a las tinieblas. La verdad venció a la mentira. El perdón venció a la venganza. El mal no ha desaparecido de nuestra historia, permanecerá hasta el final, pero ya no tiene dominio, ya no tiene poder sobre quien acoge la gracia de este día».
Damos gracias a Dios por la vida del Santo Padre y pedimos oraciones por su eterno descanso.