Del 5 al 8 de marzo, han tenido lugar en Roma con motivo del Jubileo, las Jornadas anuales de delegados diocesanos de enseñanza, presididas por Mons. Alfonso Carrasco, obispo de Lugo y presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura.
Durante estos días los delegados han podido profundizar sobre la Educación en el corazón de la Iglesia y su misión evangelizadora, asistiendo a distintas sesiones de formación y trabajo como iniciativas y documentos del Dicasterio para la Educación: El Pacto Educativo Global, El jubileo de la Educación, Identidad de la Escuela Católica y la Cultura del diálogo, etc.
Ha sido todo un privilegio poder escuchar a ponentes de primer orden como el P. Ezio Lorenzo Bono coordinador del Centro Congressi Augustinianum, el consultor del Dicasterio para la Cultura y Educación, Juan Antonio Ojeda, José Jaime Brosel, rector de la Iglesia nacional española de Santiago y Montserrat entre otros.
También disfrutaron de un encuentro en la sede del Vicariato de Roma, en San Juan de Letrán donde el director de la Oficina de Pastoral Escolar y Enseñanza de la Religión Católica del Vicariato de Roma, y Rosario Chiarazzo, compartieron el trabajo sobre la asignatura y el profesor de Religión en Italia y profundizaron en la visión diocesana de la educación.
En esta misma sesión de trabajo, el Padre Rossano Sala, secretario Especial del Sínodo de Obispos y profesor de Teología Pastoral en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, trató el tema del “Sínodo de los jóvenes. Claves para la ERE y la Escuela Católica”, además de participar en una visita guiada por “la Roma de la educación católica”.
¡Y por supuesto! Esta estancia en Roma, ha tenido como momento privilegiado la peregrinación a San Pedro donde en representación de todos los profesores de Religión y profesores cristianos de España han celebrado y lucrado el Jubileo de la Esperanza ante la tumba del Apóstol San Pedro.
Pedimos a Dios que esta experiencia se desborde en una cascada de gracias que lleguen a todos los rincones de nuestros centros educativos y los corazones de todos aquellos que tenemos encomendados en esta misión. Que todos podamos renovar este año la experiencia de la peregrinación como experiencia de conversión y de cambio de la propia existencia para orientarla hacia la santidad de Dios.