La Congregación para la Educación Católica acoge en Roma estos días, del 18 al 21 de noviembre, un congreso mundial llamado ‘Educación hoy y mañana: una pasión renovadora’.
El congreso conmemora el 50 aniversario de ‘Gravissimum educationis’, el documento del Concilio Vaticano II sobre la educación cristiana. Sus responsables creen que la educación católica es especialmente importante para afrontar las grandes batallas morales de nuestro tiempo.
Uno de los participantes, el Dr. Dan Guernsey, de la Cardenal Newman Society, explicó a Rome Reports uno de los grandes retos a los que se enfrenta la educación católica en Estados Unidos: cómo mantener su identidad ahora que todos los colegios deben tener un curriculum unificado.
“Se trata de contenidos muy secularizantes, muy pragmáticos, que apuntan a la universidad y la carrera. Las escuelas católicas los asumen, pero solo como una parte de su perspectiva, que es mucho más grande. La educación no es solo desarrollar capacidades y cuantificarlas para ganar dinero. También es ayudar a que las personas vivan plenamente su vida.”
“El reto es comprender cómo luchar contra el relativismo. Las buenas noticias que llegan son que tú puedes confiar en la vida, confiar en tus sentidos, confiar en la razón, confiar en la revelación, y unir todo de una manera que llene tu vida de sentido, alegría y significado y te permita moverte con confianza en un mundo que parece loco”, explica el Dr. Dan Guernsey.
Quizá el gran reto de la conferencia es articular una visión del papel de la educación católica en el mundo. Unos 1.000 profesores católicos lo intentarán en Roma hasta el 21 de noviembre.
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Fuente: Rome Reports