Las vacaciones de verano son un tiempo privilegiado para fortalecer los vínculos familiares, favorecer la cercanía, sinceridad y el diálogo de los unos con los otros. El verano reclama sonrisas familiares y espacios para el entretenimiento.
Es tiempo para descansar, pero no para dejar que “Dios” se duerma en nuestro corazón. El verano no es excusa para vivir al margen de la fe. Descansar implica hacer extraordinario lo que, en el curso, era ordinario. El verano es procurar fortaleza a las partes más dañadas de nuestras personas.
Es tiempo de reflexión y de hacer una lectura de nuestra vida, en la playa, en el monte, en la noche estrellada…redescubrir las maravillas que ha hecho Dios en cada uno de nosotros. El verano es tiempo de curar heridas.
Es tiempo de acción de gracias y alabanza de contemplar la belleza del Señor en la espesura de su creación.
Es el tiempo del asombro y de disfrutar de un Dios que se proyecta a través de la mano creadora del hombre.
Deja que el Señor te encuentre, que sea El tu descanso . !!FELICES VACACIONES !!
DURANTE EL MES DE JULIO, LA DELEGACIÓN DE ENSEÑANZA OS ATENDERÁ EN EL CORREO: ere@obispadoalcala.org